Las aguas verdes son banderas rojas
Las algas verdiazules (cianobacterias) y las algas verdes que florecen en las fuentes de agua potable degradan la calidad del agua, lo que hace necesario el pretratamiento del agua antes de que llegue a las plantas de tratamiento, donde pueden obstruir los filtros de arena, las tuberías, las maderas y otros equipos de conducción del líquido.
Además, producen productos como geosminas y MIB (metilisolborneol), toxinas que dan al agua un sabor y olor terroso y mohoso, que a menudo genera quejas de los clientes.
Como estos componentes no se pueden eliminar mediante la filtración convencional, suscitan preocupaciones sobre la contaminación y la calidad y seguridad del agua. Por este motivo, las floraciones de algas deben eliminarse en la fuente o más tarde en el proceso de pretratamiento del agua.
Para crecer, las células de las algas necesitan luz, agua, dióxido de carbono y nutrientes (nitrógeno y fósforo), que se encuentran naturalmente en los cuerpos de agua. La carga excesiva de nutrientes y el aumento de las temperaturas aceleran la proliferación de floraciones de algas nocivas, aumentando la cantidad de contaminantes y sedimentos en el efluente, lo que afecta la función y los requisitos del sistema de tratamiento.
Impacto de las algas en el proceso de tratamiento
En una planta de tratamiento de agua potable típica, el agua cruda se extrae de un río, agua subterránea, depósito de agua cruda o una combinación de estos. Si bien cada instalación de tratamiento de aguas residuales es diferente, la aparición de algas en la fuente de agua se convierte en un problema para la mayoría de los procesos de tratamiento.
El proceso de tratamiento del agua comienza con la fase de coagulación/floculación, que consiste en eliminar del agua las partículas y materias en suspensión por medio de la formación de agregados o partículas de mayor tamaño por el efecto de coagulantes o floculantes, los que se decantan hasta el fondo del clarificador (tanque de sedimentación). A esto le sigue a menudo una filtración con arena y, por último, el proceso de carbón activado.
Obstrucciones y consecuencias en los equipos
Las floraciones de algas pueden convertirse en una amenaza en varias etapas del proceso de tratamiento, según el tipo y el lugar de su crecimiento, causando obstrucciones en válvulas, bombas, tamices, rejas y maderas, afectando el funcionamiento, la conexión y la función de los equipos y conducciones.
Por lo tanto, es fundamental abordar el problema en su origen y evitar consecuencias negativas para todo el sistema de tratamiento de agua. A menudo, la fuente del crecimiento de las algas se encuentra en la entrada, por ejemplo, en un reservorio de agua cruda o un río.
Crecimiento de algas dentro de las instalaciones
Cuando aparecen algas allí, el tratamiento de las algas o sus subproductos puede convertirse en un inconveniente adicional para los administradores del agua.
En otras situaciones, las algas crecen dentro de la propia planta de tratamiento de agua, más comúnmente en los filtros de arena, lo que provoca el ensuciamiento del lecho del filtro y la acumulación de residuos y grasas que dificultan la separación y eliminación de sólidos, afectando los procesos de lavado y el pretratamiento.
Control de nutrientes y prevención de floraciones
Para prevenir la aparición de floraciones de algas, se debe aplicar un mejor control de políticas para la carga de nutrientes.
La excesiva presencia de nutrientes como el nitrógeno (N) y el fósforo (P) terminan en las fuentes de agua dulce o marina, provocando condiciones eutróficas que promueven la proliferación de algas nocivas. Sin embargo, esta solución a largo plazo depende de medidas regulatorias que suelen requerir años para que la aplicación esté debidamente implementada, e incluso más tiempo para obtener mejoras visibles.
Monitoreo en tiempo real y detección temprana
No obstante, los administradores de tratamiento de aguas residuales pueden emplear medidas preventivas como el monitoreo en tiempo real de los parámetros de calidad del agua y los indicadores de algas para pronosticar la proliferación de algas y tomar medidas proactivas.
Los parámetros relacionados con la dinámica del fitoplancton incluyen clorofila-a (chl-a), ficocianina (algas verdiazules), temperatura, oxígeno disuelto (OD), pH, turbidez y Redox (reducción-oxidación). Estos parámetros ofrecen información directa e indirecta sobre la concentración de biomasa de algas y otros contaminantes presentes en el cuerpo de agua.
Idealmente, se debe determinar y monitorear la ubicación del crecimiento de algas. En la mayoría de los casos, esto se hace en un depósito de agua cruda o un río. Una vez que se predice una floración, es más fácil anticipar sus efectos y determinar si las algas podrían pasar más allá del reservorio y afectar el efluente del sistema.
Tecnología MPC-Bouy y control ultrasonico
Un sistema de monitoreo y recopilación de datos de agua en tiempo real que prediga la proliferación de algas basándose en los datos obtenidos y que detenga el crecimiento de algas es esencial para un tratamiento óptimo del agua. De este modo, las algas se eliminan en su origen y no hay posibilidad de que se infiltren en la instalación de tratamiento de agua.
Uno de esos sistemas es MPC-Buoy, que se puede instalar dentro de la fuente de agua a largo plazo. Una vez instalada, esta tecnología recopila datos de las algas y la calidad del agua en tiempo real, y luego emite una frecuencia ultrasónica específica que detiene el crecimiento de las algas. Estos ultrasonidos no provocan lisis celular; es decir, las toxinas de las algas no se liberan en el cuerpo de agua y no se daña a ningún otro organismo acuático. La boya puede predecir floraciones con 3 a 10 días de anticipación, lo que brinda a los administradores del agua la oportunidad de tomar medidas proactivas.

